Tori Bowie estaba embarazada de siete meses cuando fue hallado su cuerpo

La muerte de la estadounidense Tori Bowie, triple campeona olímpica en Río de Janeiro 2016, fue un durísimo golpe para el mundo del atletismo. Y en medio de la investigación para determinar las causas de su fallecimiento, el diario Daily Mail reveló un detalle conmovedor: la velocista de 32 años estaba "embaraza de siete o ocho meses". Ese medio británico aseguró que se puso en contacto con amigos y vecinos de Bowie, quienes confirmaron que la atleta se encontraba en avanzado estado de gestación y que tenía un extenso historial de "comportamiento errático, problemático y poco saludable". "Era una mujer delgada y parecía que llevaba medio balón de baloncesto bajo la camiseta", dijo uno de los vecinos consultados por ese periódico. Una mujer de 52 años que vivía en una casa cercana a la de la atleta, en Winter Garden, un elegante suburbio de Orlando, contó: "Una vez salí de casa y la vi de pie en la calle, empuñando un cuchillo y gritándole a un hombre. Una amiga de la familia consiguió hablar con ella y calmarla, pero me dio miedo y mis hijas se sintieron incómodas".

Otras personas relataron que una vez Bowie había arrojado huevos a la casa de enfrente de la suya. Que se solían escuchar gritos y música a todo volumen que salían de su hogar hasta altas horas de la noche. Y que con frecuencia, las puertas y ventanas quedaban entreabiertas. El Daily Mail, además, afirmó que tuvo acceso a documentos judiciales en los que constaba que la velocista había estado a punto de perder su casa, valuada en 500 mil dólares, porque debía más de 22.000 a la comunidad de propietarios. Y que había acumulado 16 infracciones de tráfico desde 2019. El cuerpo de Bowie, que según algunas fuentes sufría una fuerte depresión, fue encontrado a principios de la semana pasada en su departamento de Florida, cuando agentes del sheriff de ese estado acudieron el martes a "comprobar el bienestar de una mujer de unos 30 años que no había sido vista ni se sabía nada de ella desde hacía varios días".

"No había signos de juego sucio", informó el portavoz del sheriff, confirmando que se había descartado que la muerte hubiera sido violenta. Su fallecimiento fue confirmada el pasado miércoles por su agencia de representación y la World Athletics, ente que rige este deporte a nivel mundial. "Hemos perdido un cliente, una amiga querida, una hija y una hermana. Tori era una campeona y un rayo de sol", escribió su agencia Icon Sport Management en redes sociales, sin aportar precisiones sobre las causas de su muerte. "Bowie fue un talento atlético poco común", aseguró la World Athletics en un comunicado divulgado por la CNN. "Su impacto en el deporte es inconmensurable y la extrañaremos mucho", aseguró en sus redes sociales la asociación estadounidense de atletismo. El cantante Paul Askew, amigo cercano de la atleta, compartió un sentido mensaje en el que revalidó las versiones de que Bowie sufría un cuadro depresivo.

"La depresión es real, por favor cuiden de su gente. Nunca sabes contra qué pueden estar batallando sus mentes", escribió el artista en Twitter. Muchos de sus colegas y rivales también lamentaron lo ocurrido con Bowie. La jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce, vigente campeona del mundo de los 100 metros, tuiteó: "Mi corazón está roto por la familia de Tori Bowie. Una gran competidora y una fuente de luz. Tu energía y tu sonrisa siempre estarán conmigo. Descansa en paz". En tanto, el estadounidense Noah Lyles, estrella del 200 metros, escribió: "No puedo creer esto. Acababa de escuchar que iba a estar con su hermana en casa y ahora esto. Me rompe el corazón y mantendré a la familia en mis oraciones".

Agenda TV: Talleres visita a Racing por Liga Profesional, los detalles

De Mississippi al olimpo del atletismo

La estadounidense se forjó con un excelso palmarés, primero ganando tres medallas olímpicas en Río 2016, con el oro de relevos 4x100, la plata en los 100 metros, detrás de la jamaicana Elaine Thompson-Herah, y el bronce en los 200. Después se convirtió en campeona del mundo del hectómetro en el campeonato que se disputó en Londres 2017, donde también ganó en relevos 4x100. Bowie creció en Sand Hill, Mississippi, y fue criada junto a su hermana Tamarra, por su abuela paterna, quien peleó por la custodia de ambas luego de que su madre las entregara a un hogar adoptivo cuando ella tenía dos años. Arrancó su carrera en salto en largo, disciplina en la que fue campeona nacional bajo techo y al aire libre en 2011 con la University of Southern Mississippi, donde estaba becada. Pero en 2014, decidió probar suerte con la velocidad y terminó consiguiendo grandes resultados en las pistas.

Debutó en los 200 metros en el Prefontaine Classic de ese año y, en apenas su segunda carrera profesional en esa distancia, logró una gran marca personal de 22s18 para superar a rivales que incluían a las actuales campeonas olímpicas Fraser-Pryce y Allyson Felix. Sus mejores registros datan de ese 2014 (6.95 en la longitud), 2016 (10.78 en los 100) y 2017 (21.77 en los 200). Luego de tocar el cielo con las manos en la cita olímpica de Río y la mundialista de Londres, no volvió a acercarse al mismo nivel. En febrero de 2018, estuvo involucrado en un altercado con su compañera de entrenamiento Shaunae Miller-Uibo y terminó dejando el grupo PURE Athletics y el entrenador Lance Brauman. Su última gran competición fue el Mundial de Doha 2019, en el que logró un cuarto puesto en longitud con un mejor salto de 6,81 metros. En los 100, prueba en la que defendía el título logrado dos años antes en la capital británica, no pasó de unas semifinales que no llegó ni a disputar. La estadounidense no pisaba una pista desde el 4 de junio de 2022, cuando fue quinta en los 200 en una reunión disputada en Florida con una discreta marca (23.60 metros). Un año antes, ni siquiera había participado en los trials para los Juegos Olímpicos de Tokio.

Fuente: Clarín Deportes.