¿Qué es la manicura rusa y por qué se ha viralizado?

La manicura rusa se ha convertido en una de las técnicas más comentadas en el mundo de la belleza. Se trata de un procedimiento en seco que utiliza torno eléctrico para trabajar la zona de la cutícula y lograr un acabado extremadamente pulido. Su resultado impecable y la apariencia de uñas “recién hechas” durante más tiempo han despertado curiosidad y debate.

Aunque muchas personas la consideran la opción más sofisticada y duradera, también ha generado controversia por los riesgos que puede implicar si no se realiza correctamente. A continuación, te contamos cómo es el proceso, qué ventajas ofrece y qué aspectos debes tener en cuenta antes de probarla.

¿Por qué se ha vuelto viral?

La manicura rusa se ha popularizado por su estética limpia y uniforme. El esmalte se aplica muy cerca de la base de la uña, lo que prolonga la sensación de uñas recién hechas y evita que el crecimiento sea tan evidente. En redes sociales, las imágenes muestran uñas brillantes y sin imperfecciones, lo que ha impulsado su viralidad.

Sin embargo, la técnica también ha generado polémica. Algunos especialistas advierten que, si se realiza de manera agresiva, puede dañar la cutícula y aumentar el riesgo de infecciones. Esta mezcla de admiración y preocupación ha convertido a la manicura rusa en un tema de conversación constante.

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¿Cómo es el proceso en salón?

Cuando se realiza en un salón especializado, la manicura rusa sigue un paso a paso muy meticuloso:

1. Preparación de la cutícula con torno eléctrico y diferentes puntas para limpiar piel muerta.
2. Pulido de la superficie de la uña para dejarla completamente lisa.
3. Aplicación del gel o esmalte muy cerca de la base para un acabado natural.
4. Sellado final que asegura la adherencia y evita levantamientos.

Este procedimiento requiere precisión y experiencia, por lo que el resultado depende en gran medida del técnico que lo realice.

Ventajas estéticas de la manicura rusa

La manicura rusa no solo se ha vuelto popular por moda, también por los beneficios que ofrece en términos de apariencia. Quienes la prueban suelen destacar que las uñas se ven más cuidadas y profesionales.

Entre sus principales ventajas se encuentran:

• Uñas con acabado limpio y uniforme.
• Esmalte que parece recién aplicado durante más tiempo.
• Mayor durabilidad frente a levantamientos o imperfecciones.
• Aspecto sofisticado que se adapta a diferentes estilos.

En definitiva, esta técnica puede ser una gran opción para quienes buscan un look impecable y prolongado. No obstante, es importante recordar que la estética no debe estar por encima de la seguridad.

Consideraciones importantes antes de probarla

Aunque los beneficios son claros, conviene tener en cuenta algunos aspectos:

• La técnica depende mucho de la experiencia del profesional.
• Es fundamental preguntar por la higiene y esterilización de las herramientas. La American Academy of Dermatology (AAD) advierte que una mala desinfección aumenta el riesgo de infecciones.
• La AAD también desaconseja cortar o empujar la cutícula de forma agresiva, ya que esta actúa como barrera protectora.
• Lo más recomendable es optar por un enfoque conservador y un técnico cualificado.

La manicura rusa puede ser atractiva para quienes buscan un acabado impecable y duradero. Sin embargo, no es la técnica más adecuada para todas las personas. Si tienes cutículas sensibles o antecedentes de infecciones, lo mejor es consultar con un dermatólogo antes de probarla.
 
 Fuente: Mejor con Salud.