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Regresaron los Ovnis

Un informe del Pentágono ha puesto otra vez de moda los extraterrestres en Estados Unidos.

Ciencia 04 de julio de 2021
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El informe es el resultado de un programa iniciado en 2007, llevado en secreto hasta que se filtró a la prensa en 2017.

El pasado 25 de junio, la Dirección Nacional de Inteligencia de EE UU hizo público un informe atípico ansiosamente esperado: el estudio preliminar sobre Fenómenos Aéreos no Identificados (UAP por sus siglas en inglés), denominación que ahora se prefiere a la, por lo visto, ya anticuada de ovni. El estudio, en teoría, iba a revelar la explicación de 143 casos de objetos volantes extraños, presenciados exclusivamente por pilotos de la Marina o detectados por los radares de los cazas estadounidenses. 

El estudio, de nueve páginas, incluye 18 casos especiales en el que los objetos voladores analizados ejecutan maniobras sin propulsión aparente o son capaces de acelerar con una destreza técnica desconocida para los ingenieros estadounidenses. De cualquier forma, el Pentágono solo apunta la causa concreta de uno solo de los 144 expedientes: un globo aerostático. Para el resto, según apunta, faltan datos, testimonios fiables y conclusiones.

En ningún momento, eso sí, menciona a los extraterrestres. Tampoco, deliberadamente, los descarta de forma expresa.

El informe es el resultado de un programa iniciado en 2007, llevado en secreto hasta que se filtró a la prensa en 2017, y que ha contado con 22 millones de dólares de presupuesto.

La revelación de la existencia de este moderno programa en 2017 y la reciente publicación del informe citado ha hecho que una fiebre por las excursiones de los extraterrestres se haya desatado en EE UU. Periódicos y programas de televisión serios se han hecho eco. La prestigiosa revista The New Yorker, por ejemplo, publicó el pasado 10 de mayo un largo artículo de 13.000 palabras titulado The UFO papers (Los papeles de los ovnis).

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Además, la pandemia ha acrecentado los casos de avistamientos de ciudadanos a pie de calle, según The National UFO Center, una página digital estadounidense encargada de recabar estos testimonios. La causa es simple: debido a que la gente está más en casa, tiene más tiempo de mirar tranquilamente al cielo.

Para el astrofísico Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona, todo esto obedece, en el fondo “a un tipo de folklore de lo maravilloso típicamente americano o, para ser más exactos, anglosajón”. Armentia recuerda que los avistamientos de ovnis en EE UU comenzaron en la década de los cuarenta. “Exactamente cuando se lanzó el Sputnik, cuando comenzó la carrera espacial. Se cambiaron los duendes, los espíritus y las hadas del siglo XIX por modernos extraterrestres interplanetarios, sabios y poderosos que vienen hasta aquí con un propósito benefactor. Hay quien quiere solo los misterios y no explicaciones".

Vicente-Juan Ballester Olmos, de 72 años, lleva más 50 años investigando ovnis. Su interés se remonta a la adolescencia, a raíz de sus primeras lecturas sobre astronomía. Fue la persona elegida por el Ejército del Aire en los años noventa para que les ayudara a analizar y a evaluar los 122 casos de posibles objetos voladores extraños ocurridos en España, desde 1962 a 1995, a fin de desclasificarlos. Él descubrió, por ejemplo, que los casos de posibles platillos volantes testimoniados por decenas de personas en Canarias entre 1976 y 1979 eran, en realidad, lanzamientos de misiles de prueba estadounidenses desde un submarino situado a 5.000 kilómetros de las islas. Cotejó las horas en las que los observadores habían visto las luces raras en el cielo y las comparó con documentos desclasificados del ejército estadounidense donde se consignaban estas maniobras militares y los lanzamientos. Y comprobó que las horas coincidían.

De los 122 casos españoles, Ballester Olmos ha resuelto 114 aportando una causa plausible. Los ocho restantes, según el investigador, son demasiado antiguos como para recabar ya la información necesaria y fiable.

Pero entonces, ¿No hay nadie ahí fuera? Para consignar el número de planetas que se calcula que existen en el universo es necesario poner un 1 seguido de 22 ceros. Esto: 10000000000000000000000. ¿Todos están vacíos excepto el nuestro? En busca de otras vidas en el cosmos. Briones asegura que es muy probable que encontremos vida, incluso pronto e incluso en el Sistema Solar: “En Marte y, por ejemplo, en dos satélites de Júpiter en los que parece haber agua debajo de grandes capas de hielo”. Otra cosa es que sea vida inteligente capaz de viajar y de comunicarse con otros planetas. 

Y si todo eso pasara también en alguno de esos remotos planetas, el viaje hasta aquí sería inconcebiblemente largo. Solo el diámetro de la Vía Láctea mide más de 100.000 años luz. Será muy difícil que nos encuentren en el espacio. Y también en el tiempo. Los visitantes interestelares solo dispondrían de menos de un segundo para localizarnos, saber que existimos y hacernos saber que existen. 

En un diálogo del escritor James Miller recogido en el libro de Briones, una mujer le pregunta al oráculo si estamos solos en el universo. El oráculo le responde que sí. Ella le replica:

- Hay vida allá afuera. Ellos también están solos.

Fuente: El País.

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