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El café más caro del planeta está hecho de excrementos

Las heces de las civetas son la base del sistema de producción de un producto de lujo cuyo coste oscila entre los 80 y 90 euros por solo 100 gramos de granos sin moler.

MundoAyer
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Imagen ilustrativa.

Sí, existe el café hecho de excrementos. De hecho, es el más caro del mundo. Aunque lo habitual es pensar que, debido a su popularidad, este será originario de Colombia, lo cierto es que no. Es en Indonesia donde se hace el más costoso, que se conoce como Kopi Luwak y tiene un precio que puede oscilar entre los 80 y 90 euros, por solo 100 gramos de granos sin moler. Su forma de producirlo es de lo más curiosa, ya que el sistema consiste en digerir los granos de café por una civeta.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la civeta, un mamífero feliforme pequeño, que es principalmente nocturno, es originario de Asia tropical y África. Entre sus señas de identidad destaca que tiene una larga cola que se asemeja a la del mono, marcas en la cara, similares a las del mapache, y rayas o manchas por el cuerpo. Su alimentación tiene como protagonistas a los insectos y pequeños reptiles, aunque también frutas como las semillas de café y los mangos. A su vez, sirve de alimento a leopardos, cocodrilos y grandes serpientes.

Estas criaturas se han considerado durante años una plaga, ya que era habitual que la civeta de palma atacara granjas comerciales de fruta, por lo que la expansión del comercio de este café pudo resultar algo beneficioso para esta especie. Y es que el crecimiento del kopi luwak ha impulsado su protección por parte de la gente de la zona. Su valioso estiércol y sus enzimas digestivas ayudan a cambiar la estructuras de las proteínas de los granos de café: acaban con su acidez y lo convierten en una bebida más suave.

El café que se hace a partir de civetas en un estado cuestionable

El conocido como uno de los cafés más exclusivos del mundo enfrenta críticas no solo por el sufrimiento animal que implica su producción, sino también por la dudosa calidad del producto final. Tradicionalmente, parte de su singularidad residía en que las civetas salvajes seleccionaban los granos de café más maduros para su consumo, un proceso que garantizaba un café excepcional. Sin embargo, al mantener a estos animales en cautiverio y alimentarlos con cualquier tipo de grano, se obtiene lo que algunos expertos califican como un producto “de segunda”.

Según un especialista citado en un informe de la Specialty Coffee Association of America, la calidad del kopi luwak tampoco justifica su alto precio. Aunque el proceso digestivo de las civetas suaviza el café, también elimina los ácidos y matices que distinguen a una taza de café gourmet. En términos de sabor, afirman, no está a la altura de otras variedades de alta gama disponibles en el mercado.

Fuente: Infobae. 

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