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El acabose

Cuando uno busca el significado del título de esta nota, podemos encontrar referencias a “ser el colmo de lo malo” o “ser un desastre o abuso”.

De Rabona 08 de mayo de 2023 Guillermo Boris
Sin título
Ganó River, pero también gano el bochorno y la mala imagen que se dio al final de nuestro partido más importante.

Pues bien, todo eso y mucho mas pudimos ver ayer en el epilogo del clásico entre River y Boca, que el millo le gano al xeneize 1 a 0, con un penal sobre la hora y un final escandaloso que aun deja algunos capítulos abiertos que deberá saldar la justicia y el tribunal de arbitraje argentino.

Seguramente nadie recuerde el remate de Villa que tapo Armani, o las atajadas de Romero a De la Cruz y Nacho Fernández o el mismo tiro en el palo de Solari, debido al desenlace final del encuentro. Penal polémico (cobrable), tumulto, riña, agresiones varias, confusión, son solo algunos de los calificativos de la crónica de lo que veíamos propios y ajenos en la cancha, que incluía jugadores, seguridad privada, árbitros, suplentes, extras y mucho más, que hicieron que solo faltara un tema de fondo de la banda 2 Minutos para que el bochorno fuera completo… Y si, piñas van, piñas vienen, los muchachos se entretienen…

A lo que pasó dentro de la cancha, con un partido en líneas generales chato, donde el meter le ganó al jugar, que contó con la complicidad de un Herrera, al que el partido se le fue demasiado temprano de las manos, por no haber puesto limites preventivos o juzgar con distintas varas, faltas que eran del mismo tenor violento, hay que agregarle un estadio Monumental, que tenía más gente que su capacidad permitida, con personas sin entradas dentro y personas con entradas fuera, con lo peligroso que esa situación es, además de injusta e inexplicable.

Policía investigada por dejar pasar gente sin entradas, jugadores citados a declarar, expulsados varios y otros que zafaron, cargadas, acusaciones cruzadas de falta de respeto, entre muchos otros condimentos e ingredientes de un cóctel explosivo, en lo que hace rato se ha convertido el futbol argentino. 

Párrafo aparte merecen las actuaciones e los protagonistas. Pero no em refiero a lo futbolístico, me refiero a lo teatral. El futbol argentino se ha convertido en una máquina de sacar actores teatrales de la exclamación, expresión y queja, con movimientos bruscos y extravagantes de caídas y dolores que no son tales, que hacen que directores como Steven Spielberg los esté observando para contratarlos para su próxima película…

En fin, un clásico es un clásico y siempre será especial, pero estaría bueno que, en nuestro futbol, se empiece más a gastar energías en jugar y tratar de ganar, que en quejarse de los arbitrajes (aunque estos sean malos), echándole la culpa siempre al otro, obviando muchas veces los errores propios. Estaría bueno una vez, escuchar a un protagonista decir, “hoy me dieron un penal que no era” cuando esto ocurra y no sólo cuando es en contra de mi equipo.

Ganó River, pero también gano el bochorno y la mala imagen que se dio al final de nuestro partido más importante y vendible de nuestro futbol. Lo amamos así, pero no nos acostumbremos a que estar amontonados como ganado, jugar sin visitantes, con campos de juego flojos, estadios que dejan que desear y con precios cada vez más elevados, es algo normal, como si fuera una expedición a un lugar salvaje

Sigamos jugando, si total al final, como canta el extraordinario Rafael… todo “es un escándalo”.

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