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Confirmado: la falta de sexo engorda según la ciencia

El estudio fue realizado por el grupo Salud Sexual de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) en el cual indican que la ausencia de relaciones sexuales de una manera relativamente habitual tiene efectos negativos en cuerpo y mente que, entre otros efectos, provoca que subamos de peso.

Vanguardista20 de mayo de 2020 Carlos Maciel
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En estos meses de confinamiento en los que las relaciones sociales escasean, son muchos los que aseguran que han subido de peso. Normalmente, se culpa de ésto al sedentarismo, la ansiedad y el aburrimiento, que desordena el ritmo de comidas; lo que se traduce en un aumento de peso. Sin embargo, puede que haya otro factor que influya en esto: la falta de sexo.

Un gran número de personas han pasado el confinamiento a solas y algunas parejas han vivido esta experiencia separadas. No podemos hablar de números concretos o de una regla generalizada, pero lo que es seguro es que esta crisis ha provocado que una parte de la población lo haya pasado en total abstinencia. 

Sea cual sea el caso, ésto de que la falta de sexo engorda, lo dice la ciencia. Según el grupo de Salud Sexual de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) la ausencia de relaciones sexuales de una manera relativamente habitual tiene efectos negativos en cuerpo y mente que, entre otros efectos, provoca que ganemos kilos.

A grandes rasgos, no practicar sexo durante una larga temporada puede suponer que disminuyan los niveles de autoestima, se coma peor y, por cuestiones obvias, se haga menos ejercicio físico. Al final, todo esto desemboca en un aumento considerable de peso.

Investigaciones recientes concluyen, también, que hacer el amor ayuda a bajar de peso un promedio 101 calorías a los hombres y 69 a las mujeres. Este resultado se obtuvo después de estudiar a personas que mantenían cuatro sesiones de sexo al mes, de alrededor de 25 minutos cada una. Estas se cuentan desde el momento del juego previo hasta la etapa de descanso después del clímax.

Además, las relaciones sexuales liberan hormonas del crecimiento y endorfinas, las cuales producen una sensación de satisfacción en el cuerpo que provoca que la agonía de querer comer se reduzca alrededor del 60% después del sexo.

Mantener relaciones sexuales, por otro lado, trae consigo un gran número de aspectos positivos. Dejando a un lado que es uno de los mejores ejercicios de cardio que se puede hacer, practicar sexo placentero hace que te sientas más feliz, libera oxitocina –una hormona que aumenta el placer– y hace que la piel se mantenga más brillante e, incluso, joven.

De hecho, un equipo de médicos del Reino Unido analizó durante una década la vida de 918 personas, de diversas razas y clases sociales, y pudo constatar que aquellos que tuvieron relaciones íntimas, como mínimo, dos veces a la semana, redujeron su edad biológica en 1,6 años.

Más allá de la posibilidad de practicar sexo o no en las circunstancias actuales, no está de más contar con estos datos y, así, poder dar explicación a esos kilitos de más que hemos acumulado durante esta época tan singular que nos está tocando vivir.

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