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Vamos los pibes

Va promediando el Campeonato Mundial Sub-20 de futbol y la Argentina clasificó a octavos de final.

De Rabona 29 de mayo de 2023 Guillermo Boris
argetina
Argentina tendrá que trabajar duro para llegar a la final.

Lo deportivo comenzó de menor a mayor, con esa victoria trabajada ante Uzbekistán, la mejor performance ante Guatemala y la gran goleada, con buen juego incluido ante Nueva Zelanda, que nos depositó en el mano a mano ante Nigeria, para seguir soñando.

Mas allá de lo deportivo, que como todo mundial tuvo sus sorpresas, como la grata participación de Gambia o Corea del Sur, pero que también tuvo su decepción, como la eliminación en primera ronda de Francia. Pero ahora veremos lo mejor del torneo, con una Argentina que deberá laburar y mucho para superar el siempre difícil escollo de una selección africana en estos torneos juveniles.

Pero esta el otro torneo, ese que se juega en el terreno económico y cultural. Fue grato ver los estadios llenos para ver a la selección, como también saber que hotelería está llena y que los negocios que directa o indirectamente están afectados por la afluencia de público a las ciudades y estadios están colmando sus expectativas. Es que no solo mostramos nuestro país a los turistas que vienen, sino que demostramos organización, que sirve de base para ponerla como antecedente para la candidatura del Mundial 2030. 

Los 600 millones de dólares que el mundial le deja a nuestro país, es solo un factor más de los positivos que podemos señalar. Demostramos que cuando queremos hacer las cosas bien, se puede. Pedimos la organización sobre la marcha, pudimos jugarlos, mostrando jugadores y una mejoría que no habíamos tenido en el clasificatorio; todos los clubes apoyaron para ceder a los jugadores, esas promesas y realidades del mañana y del hoy, que, en muchos casos, el público nacional puede ver por primera vez, como el caso de Romero y de Soulè.

Argentina tendrá que trabajar duro para llegar a la final. Mascherano está aprovechando su oportunidad, entendiendo que había que cambiar para mejorar y dotándole de otro juego al equipo, que, por supuesto debe rendir examen partido a partido, teniendo ahora que sortear uno de esos finales bravos, en donde se necesita saber mucho para poder aprobarlo.

Organizamos un mundial. La gente acompaña, mientras la economía nacional, agradecida, recibe los “verdes” que dejan los turistas. Mientras tanto, nosotros los futboleros esperamos con ansias un nuevo título, que sirva de base para la selección del futuro y que por supuesto, sea el trampolín hacia la organización de nuestro tan esperado sueño…. Ser mundiales y locales otra vez, allá por el 2030.

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