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Caso Tévez: ¿se va o se queda en Boca?

A Carlitos le tira la Copa, pero no sabe si seguir en un lugar donde siente que no lo quieren. En su carrera ya dio varios portazos ante casos similares. ¿Qué decidirá?

De Rabona 06 de julio de 2020 Cristhian Cassini
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Tevez con la camiseta de Boca ¿se la volverá a poner? Foto: Reuters

Luego de los dichos por los integrantes del consejo de fútbol de Boca, llevaron a que el "apache" se encuentre en una disyuntiva sobre continuar en el club de sus amores. Ya no se trata, solamente, de una cuestión económica. Tampoco, siquiera, de la extensión del contrato. La discusión por los seis, 12 o 18 meses quedó en segundo plano. Existen otros factores que Carlos Tevez pondrá en la balanza al momento de definir su futuro en Boca. Y tienen que ver con su costado más íntimo, con su costado más personal: con esa incomodidad lógica que cualquier persona sentiría en un trabajo donde no la quieren.

Las charlas entre Boca y el representante del Apache, Adrián Ruocco, siguen estancadas y sin resolución a la vista. Tras el cruce mediático (y telefónico) entre el 10 y Jorge Bermúdez, brazo armado del Consejo de Fútbol que encabeza Juan Román Riquelme, no hubo avances en la negociación en sí. Desde el entorno del capitán se mostraron abiertos a la chance de seguir buscando el acuerdo, aunque Tévez ya no está tan convencido de seguir y menos en estos términos.

En distintas etapas de su carrera, Carlitos demostró tener pocas pulgas y no dudó en armarse el bolsito cuando vio que la mano venía cambiada, ya sea para cambiarse de equipo, tomarse un retiro espiritual o despejar su mente jugando al golf. Lo hizo varias veces en distintos clubes, incluido Boca, en 2004 y 2016. Por eso, no sorprendería que esta vez Carlitos volviera a actuar de la misma manera. Irse del Xeneize con el recuerdo fresco de la última vuelta olímpica, de aquel golazo contra Gimnasia que le dio a Boca un campeonato histórico no pareciera ser tan mala idea. Aunque el Apache todavía tiene la Copa Libertadores entre ceja y ceja y desde hace más de 100 días se viene preparando con el único objetivo de levantar la Séptima.

El Jugador del Pueblo no suele dar muchas vueltas cuando hay algo que no le cierra, que no le gusta. En 2004, con Brindisi DT, adujo estar “agobiado física y psicológicamente” tras su participación en los Juegos Olímpicos y se pidió dos semanas de vacaciones mientras Boca disputaba el Apertura y la Copa Sudamericana, aunque luego el presidente del club, Mauricio Macri, reveló que el delantero quería irse del club. Algo similar ocurrió en 2016, cuando con el mismo argumento solicitó una licencia de tres días luego de la eliminación de la Libertadores frente a Independiente del Valle.

En Europa se manejó de la misma manera. En 2009, Alex Ferguson lo llevó al banco en la final de la Champions contra el Barcelona de Messi y Carlitos jamás se lo perdonó. Si bien entró en el ST, esa misma noche se despidió del Manchester United. En el City arrancó bárbaro, pero también se fue por decisión propia: se cruzó con su DT, Roberto Mancini, durante un partido con el Bayern y durante los meses siguientes buscó salir de cualquier manera, incluso viajando a la Argentina sin permiso. Poco después, Manuel Pellegrini asumió al frente del plantel y explicó que Tévez había pedido irse porque no se sentía a gusto en el club. ¿Y ahora?

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