FMI: el capítulo interminable

Una nueva semana en la vida política argentina comienza, y el preacuerdo con el FMI sigue siendo noticia. Aún entre chicaneos y discusiones por el gravísimo problema de consumo de cocaína en mal estado, ni si quiera ésta polémica pudo sacar al Fondo de las primeras planas, ya que desde el viernes pasado hasta ahora, se han dado una serie de consecuencias de alto voltaje. Repasemos.

¿Hay acuerdo o no hay acuerdo?

Alberto Fernández. El presidente y su gabinete más cercano consideran al preacuerdo como "lo mejor que se pudo lograr hasta ahora", y no pierde oportunidad de seguir de gira, cosechando apoyos internacionales. "Argentina tiene que dejar de tener esa dependencia tan grande con el FMI y EE.UU.", dijo en una reunión con su par Ruso, Vladimir Putin. El rol de embajador de Fernández fue, probablemente, uno de los más activos, constantes y destacables dentro del Frente de Todos; en resumen: más allá del resultado, no podemos decir que, en lo que diplomacia respecta, Fernández no lo haya intentado por todos los medios.

En el caso específico con Rusia, la Argentina de los gobiernos Peronistas mantiene una línea de coherencia: aquello de lo que Cristina hablaba, cuando se refería a la posibilidad de integrar el BRICS (Bloque Económico de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) hoy por hoy no estaría tan lejos con un posible de retorno de Lula da Silva, y eso es algo que Fernández deja muy claro en la reunión con el mandatario Ruso, cuando dice "Desde los '90 en adelante, Argentina volcó su mirada muy firmemente en Estados Unidos y la economía argentina depende mucho de la deuda que tiene con EE.UU. y con el Fondo" ya agrega que "... en el 2015 llegó un gobierno que otra vez volcó su mirada en EE.UU. y fue el que nos generó la deuda pesadísima que tenemos", tal vez comenzando a criticar de lleno la gestión de Mauricio Macri, un pedido expreso de la militancia desde que asumió.

Vacunas, conflictos geopolíticos y negociación con el FMI: El alineamiento internacional de la Argentina

Crisis en el Oficialismo. Como sabemos, el FDT entró de lleno a una pseudo crisis (la reedición de aquella tan comentada renuncia masiva de Ministros) con la renuncia de nada más y nada menos que Máximo Kirchner y Cecilia Moreau, a la presidencia y vicepresidencia de su bloque, lo cual da indicios de un posible conflicto a la hora de votar el preacuerdo en el Congreso de la Nación. “He tomado la decisión de no continuar a cargo de la presidencia del bloque de Diputados del FdT. Esta decisión nace de no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el FMI”, dijo Kirchner en una carta pública, señalando que el acuerdo fue llevado adelante de manera "inconsulta" y exclusivamente por el Gabinete Económico. ¿Internas con el Kirchnerismo duro o una mera cuestión de imágen?.

Según Fernández “no habrá ruptura” alguna del bloque, ya que aseguró que el mismo Diputado le dijo que no habría nuevas rupturas. "... Máximo me contó sus diferencias con la negociación con el FMI y esta tarde me llamó para anticiparme su renuncia. Traté de convencerlo de que no lo haga pero me dijo que estaba convencido de que eso era lo mejor para él, así que no tenía sentido impedirlo”. Incluso dijo que la misma vicepresidente, Cristina Fernández, tampoco estaba de acuerdo con la decisión.  “Ningún acuerdo con el Fondo es bueno”, aclaró Fernández, “pero de todos los acuerdos posibles este es el mejor”, remarcó

¿Qué postura asumirá Juntos por el Cambio? Desde la principal oposición también hay opiniones divididas, lo cual complica aún más un escenario de aprobación del acuerdo. La Mesa Nacional de Juntos por el Cambio (JxC) se reunió  de forma virtual para tratar el acuerdo, y no llegó a consensuar una postura clara ya que si bien consideraron que un posible default sería muy grave, cuestionaron "la letra chica de acuerdo". Entre cruces y chicanas, se dejó entrever que incluso el bloque podría abstenerse, si el propio oficialismo vota dividido.

Quien sorprendió reapareciendo tras una larga ausencia fue Nicolás Dujovne, que volvió para defender el pacto que da origen esta discusión; “Los problemas de la Argentina son muy grandes y estructurales y el Fondo, del cual Argentina es un país miembro, nos estaba ayudando a resolver los problemas con un costo menor que si no hubiéramos tenido esa asistencia”. El ex ministro de Hacienda dijo que “con el diario del lunes uno tiene un motón de cosas para corregir, pero creo que el rumbo era el adecuado”, y nuevamente negó que el dinero se haya fugado. “Hay una crítica a la sociedad argentina que no acompañó la continuidad de un programa que nos estaba llevando a resolver problemas estructurales”, remató.