tps radiotps tvstreaming web

Según su cara, tendrás confianza o no

Indefectiblemente las caras dicen mucho. De hecho, es común guiarnos por estas a la hora de empatizar con una persona.

Vanguardista07 de septiembre de 2022 Carlos Maciel
caras
¿Alguna vez te preguntaste por qué confiamos más en unas personas que en otras?

¿De qué depende la confianza? ¿Alguna vez te preguntaste por qué confiamos más en unas personas que en otras? Y si son personas a las que acabamos de conocer, ¿en qué nos fijamos para saber si podemos confiar o no en ellas? Un factor clave podría ser la similitud de su rostro con el nuestro; a mayor similitud, mayor confianza. Según la ciencia, confiamos más en caras que se parecen a la nuestra. Así lo sugiere un reciente estudio de Tamami Nakano y Takuto Yamamoto, de la Universidad de Osaka (Japón), publicado en Humanities & Social Science Communications. El estudio revela que confiamos más en una persona que acabamos de conocer si su cara se parece a la nuestra.

Una regla que solo parece regir si hablamos de personas de nuestro mismo sexo (es decir, confiamos más en personas cuyo rostro se parece al nuestro, pero solo cuando esas personas son de nuestro mismo sexo). En cambio, cuando el extraño es del sexo opuesto, el parecido con uno mismo no afecta a las calificaciones de confiabilidad (grado de confianza que le otorgamos al otro). A nivel biológico, la confianza que nos inspira el otro parece tener mucho que ver con la activación de la amígdala en determinados momentos, una región cerebral subcortical que juega un papel crucial en la generación de respuestas de miedo.

Los rostros parecidos al nuestro nos producen emociones positivas

Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Por qué esa confianza o desconfianza? Nakano y Yamamoto, autores del estudio, sugieren que un rostro que se parece al nuestro nos produce una valencia positiva, y que lo evaluamos como un ser seguro y atractivo, lo que suprime la actividad de la amígdala. Y esto, a su vez, hace que percibamos ese rostro como digno de nuestra confianza. Así, una posible hipótesis a estos resultados es que las caras que más se parecen a nosotros nos producen sensaciones agradables, y desde ese estado de activación positiva, es más fácil dar un mayor grado de confianza a esa persona (confiamos más en ella).

Te puede interesar
Lo más visto