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Los helados veganos argentinos que nacieron en una paradisíaca playa nudista

La creadora de "Haulani" cuenta cómo fue el camino de inspiración, fracaso y perseverancia que la llevó a modelar su negocio.

Sociedad 10 de marzo de 2021
helados

Una isla paradisíaca , un desconocido , una idea ambiciosa . Tres puntos fundamentales en la línea que dibuja el recorrido emprendedor de Victoria Tarterola , creadora de Haulani , la marca de helados a base de leche de coco que no para de crecer. En breve abrirá su primera heladería en el Mercat de Villa Crespo y una célula en el nuevo local que la hamburguesería vegana Lado V inaugurará en Palermo en abril.

La empresa hace 10.000 litros por mes en paletas y coquetos potes con gustos como vainilla matcha , maracuyá y cúrcuma omantequilla de maní de plátano , además de los clásicos. Su facturación creció este verano 300% respecto a la misma temporada de 2020. Para que todo esto fuera de la realidad tuvo que dar unos cuantos pasos desde aquella playa remota del Pacífico donde nació la propuesta.

“Una vez encontré una frase que decía que es mucho más fácil tenerle miedo a un fantasma que a un ladrón porque al fantasma no lo podés ver”, dice. Con ese impulso en mente partió hace varios años rumbo a Hawaii dispuesta a mirar a la cara al fantasma de quedarse sin plata. Renunció al trabajo, subalquiló su monoambiente y gastó sus ahorros para volver a la isla donde alguna vez, cuando ella tenía 13 años, su familia había vivido un épico año sabático, antes de ser arrastrada por la debacle del 2001 que los dejó en quiebra . Estaba en búsqueda espiritual y necesita respuestas. Sentía que trabajaba todo el día para comer y no mucho más.

“Tenía una relación muy profunda con la isla, me resultaba muy maestra porque me desafíaba o me daba un montón”, dice y relata que tuvo muchos momentos difíciles, de duda y de pánico por el futuro. Hasta que llegó una revelación de la manera más inesperada. “Un día estaba en una playa nudista , en la orilla, y pensaba 'no tengo nada, ni siquiera tengo ropa y me siento muy a salvo, muy contenida, muy plena '. Entonces decidí que ese tenía que ser el motor de lo que sea que fuera hacer.

En ese momento se me acercó un chico a hablar. Me cuenta que hace helados de leche de coco y los vende en la playa. Entonces pensé: '¿si hago si hago un helado y en vez de leche le pongo leche de coco y en vez de azúcar le pongo miel ? Y de gusto le pongo cúrcuma y hago la leche dorada del ayurveda , hago la medicina en forma de helado ". Ahí me entusiasmé”, recuerda Victoria.

En su historia ya tenía varios puntos de contacto con la gastronomía. Había vivido en Australia y en Reino Unido donde se enamoró de un cocinero inglés que le abrió la puerta a un mundo de platos nuevos. “Volvía de trabajar 12 horas en una cocina y, aunque fueran las una vez de la noche, te decía: ¿te parece si hago un risotto de queso azul con membrillo ? Me llevó a descubrir toda una gama de sabores más universal que la de Argentina ”, cuenta. Además había trabajado nueve meses en el restaurante naturista de su familia.

Pero un ingrediente fue fundamental: la constante búsqueda espiritual y de bienestar que la mantuvo en movimiento. Como parte de ese intento de estar bien, una médica china le había recomendado dejar los lácteos y el azúcar. Llevaba un tiempo leyendo recetas en blogs internacionales de cocina.

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Tras la inspiración en la playa, volvió a Argentina a poner en marcha el proyecto. “Es un lugar que, con todas sus ineficiencias y grises, te da un montón de oportunidades. En Estados Unidos, para empezar con un proyecto como el que empecé yo tenés que sí o sí tener un montón de plata o suerte”, comenta. Compró una máquina de helado por Mercado Libre y se lanzó a la aventura de probar una y mil veces hasta que un día la fórmula resultó y logró medio kilo de consistencia cremosa y perfecta. Entonces invirtió en una bolsa de 25 kilos de coco rallado, 100 potes de telgopor y salió a presentarse en las redes. Así fue naciendo Haulani que significa “hielo celestial” en el dialecto de Hawaii.

Muchas cucharadas pasaron desde esos primeros intentos. Hace un año y medio la empresa realizó una alianza con Guapaletas que se ocupa de la fabricación, posibilitando un aumento de la capacidad productiva. Ahora se prepara para desembarcar en el verano europeo el año que viene y mira con interés el mercado de EE.UU.

En realidad, el interés es mutuo ya que hasta recibe propuestas de firmas de logística de allá y la contactan de varias otras partes del mundo gracias al poder expansivo de las redes sociales. La marca está incluso registrada en Japón. Desde el principio nació como una marca que quería ser global

Fuente: Bae Negocios.

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